Los inicios de la Escuela N
Entrevista realizada al Sr. Roberto Arce
“Año
´81, ´82 más o menos empezaban a reclamar los padres de los hijos de ellos,
pedían con los años de ir a la escuela. Resulta que yo hice el listado y había
18 chicos, los padres eran Gonzáles de…. el otro Medina, todos son vecinos del
mismo barrio. Entonces ese listado eran 18 chicos, entonces yo agarré y me iba
más o menos en el año ´84, ´85 estamos recorriendo algunas escuelas así cerca
de Juan José Paso, Empalme Granero, por la Avenida Alberdi.la Avenida
Alberdi y Juan José Paso y el colectivo era el 9 de julio,
era celeste y blanco que se iba del centro de Rosario hasta General San Martín,
se iba mas o menos. Bueno cuando le recibimos el permiso de llevar los niños,
pero bueno yo hablé con los papás de los chicos y –mire, le digo que están
lejos el lugar que nos autorizaron para que…-, - No pero igual llevamos decían
algunas mamás, vamos igual a llevarlos porque no me gustan que anden todos los
días en las calles- decían las madres y los padres también. Entonces vimos, yo
vi… los primeros momentos los acompañaba 2 o 3 veces, entonces el ahí era
incómodo porque era un peligro en las calles. Y una chica así como docente pero
no era docente como de nosotros, era porque ellos nos ayudaban a llevar, porque
íbamos todos los días a llevar los chicos a la escuela toba pero… lejísimos
todas las mañanas. Y estuvimos casi como un año y medio por ahí. Y los padres
dijeron – no queremos ir más ahí, porque es muy lejos, es un peligro- entonces
dejaron y yo seguía en el ministerio con que yo reclamaba un lugar para que
tengamos una escuela, junto con la dirección de viviendas reclamaba yo las casas.
Y yo en este tiempo estaba con Montiel Romero, mi tío Victoriano Arce y el
desaparecido Orlando García que también nos ayudó, por el de vivienda. Entonces
reclamábamos nosotros en la dirección de viviendas que queremos escuelas. ¡Y
bueno! Decía la gente hay que ir planteando e ir viendo los pasos que hay que
hacer, y cada vez venía la gente más, cada vez mas muchos en Juan José Paso”.
(…)
Dice estoy buscando a un tal Roberto Arce dice –si, soy yo ¿que es lo que
quiere señor? Le digo- no nosotros venimos para avisarte que conseguimos el
número para la escuela, te trajimos el
numero de la escuela y era un una cosa envuelta de papel toda bien… y le
digo… -¡esta es mi escuela! Y empezaron a reírse todos y me dijo, la policía
también se reía: -no, te trajimos el numero de la escuela – , -si- le digo
-pero ustedes me traen el numero pero ¿a donde va a estar, a donde se va a
instalar la escuela?-, -bueno después te vas a enterar donde va a estar la
escuela- dice -bueno decidimos1333- Y un
día cuando se fueran de vuelta, les digo a la gente: -miren nos trajeron el
número de la escuela, la escuela para nuestros chicos- y decían todas las
hermanos, las madres, los padres… -si, ¿pero a donde va a estar la escuela?-
Las mismas palabras repitieron y yo les dije: -miren dijo el hombre que
nosotros tenemos que esperar un tiempo y que ellos saben donde se van a ubicar
a construir nuestra escuela. Entonces mientras tanto ¿que hacemos?– decía –¿que hacemos con nuestro chicos, otro año
más que repiten el año nuestros chicos?, alguno se enojaban y no sabe que
hacer”.
(…) “-mire, don
Roberto, nosotros conseguimos para poder alquilar mientras se va a poder ubicar
el lugar donde va a estar en la escuela, allá donde van a vivir ustedes-,
entonces alquilamos el Santuario de Fe, atrás en la iglesia esa cubrimos 3
salones y esos salones quedaron ahí y así toda las mañanas se iban los chicos
con el colectivo 55 de color verde. A veces el colectivero que es mala con la
gente, no sé porqué, y pasaba de largo y teníamos que esperar otro y entre los
maestritos que mandaron del ministerio, esperaban allá en le lugar. Las 9
recién llega el colectivo así que si se iba la hora en vez de salir a la 1 de
la tarde salíamos a las 2 de la tarde. Con todos los chicos íbamos de vuelta al
barrio y así es la historia de los primeros momentos de la escuela.
(…) “-miren si
el ministerio nos da la autorización de dar clases en las casa de cada uno de
los vecinos y bueno si están de acuerdo van a dar clases acá en las casas-.
Entonces yo me reunía otra vez la gente, a ver quienes son los vecinos que
querían dar las casas para dar clases, y así traían los pizarrones algunos
daban clase debajo de un árbol, el jardín, los mas chiquitos en una parte todos
separados así pero traían la comida, en ese tiempo había cooperadora y estaba
atendiendo la escuelita, le daban comida a los chicos”. . Así y así estaba todo
el tiempo a los 2 años y medio por ahí entonces vino un contratista y me llamó:
-Roberto tenés que estar mañana para que nos den una explicación de cómo
quieren la escuela- (…) y después cuando terminaron los 4 salones había 1200
chicos nos volvíamos locos de la cantidad que había.
No hay comentarios:
Publicar un comentario