Historia


Notas PERIODÍSTICAS sobre la historia de la Biblioteca







09 OCTUBRE 2007

 

Archivo digital en clave qom


Un grupo de jóvenes tobas que nació y habita el barrio de Rouillón al 4300 está empeñado en rescatar historias, costumbres, leyendas y vivencias de su pueblo, con la intención de afianzar las marcas de identidad que suelen quedar veladas en los procesos migratorios como el experimentado por la comunidad aborigen local. Junto a un grupo de “blancos” liderado por una antropóloga y a partir de varios talleres que se iniciaron en 2005, se originó el proyecto Biblioteca Popular Étnica Qomlaqtaqá, un archivo digital sonoro, fotográfico y textual que documentará parte de una cultura caracterizada por la tradición oral.Con la intención de que “la riqueza cultural le gane la batalla a la pobreza material” que suele marcar a los pueblos originarios, la antropóloga Marcela Valdata emprendió un camino que fue trazado por los propios miembros de la comunidad. “Ellos mismos fueron quienes empezaron a preguntarse sobre aquellas cosas que empezaban a perder de su cultura en momentos en que la migración a la gran ciudad los había puesto en contacto con una mayor posibilidad de adquisición de bienes materiales. De alguna forma, en ese proceso empezaron a pensar con cuántas riquezas culturales contaban”, explicó, para luego puntualizar que el grupo de jóvenes que participa en el proyecto nació en Rosario. De ahí la necesidad de volver sobre los propios pasos para conocer y retomar aquellas antiguas tradiciones. Los mismos jóvenes reconocieron a su lengua como una de las marcas de identidad más significativas que debían recobrar. “Es que los chicos que nacieron en la ciudad escuchan hablar qom (la lengua toba) a sus padres y lo entienden perfectamente, pero es algo que sólo tiene sentido en el ámbito doméstico. No ocurre lo mismo en la calle, en la escuela, con otros pares, donde ya no hay posibilidad de intercambio lingüístico. De ahí una de las principales trabas para mantener la tradición oral”, dijo quien además es docente e investigadora en las Escuela de Antropología de las Facultad de Humanidades y Artes de la UNR.Luego del primer taller y de un largo proceso de elaboración que se extiende a la actualidad –y en el que participan la fotógrafa Virginia de la Puente, el ilustrador Maximiliano Toni y Roberto García en la digitalización– se empezaron a tomar los primeros registros orales, entrevistas que se realizaron a las personas más ancianas del barrio. El proceso de creación del libro digital o “biblioteca parlante” incluye varias etapas como escuchar las entrevistas en qom, transcribirlas a un texto escrito a pesar de tratarse de una lengua originalmente oral y también escribir los mismos registros en castellano. “Los mismos chicos pidieron un tercer registro en inglés, un tema que si bien lo tenemos presente no podremos incluirlo en esta primera experiencia por falta de recursos”, aclaró. Con el bagaje del qom como lengua materna, Ruperta Pérez es una de las “informantes” clave del proyecto, es decir, una de las fuentes que atesora valiosa información sobre la comunidad toba, no sólo destinada a transmitir a sus integrantes sino a todas aquellas personas que pretenden conocer la cultura y la historia de un pueblo que desde hace más de cuatro décadas decidió emigrar del Chaco a Rosario. “Desde hace tiempo notamos que docentes, estudiantes o personas interesadas tienen curiosidad por saber sobre nosotros, sobre todo lo que tenemos para contar sobre nuestros ancestros. Sin embargo, siempre nos encontramos con el mismo obstáculo: en Santa Fe no hay bibliografía con información ni material, como sí ocurre en Chaco y Formosa”, afirmó la referente de la comunidad, quien habita el barrio de Rouillón al 4300. Con la referencia obligada e irremediable de que el qom es una lengua oral y no escrita, Ruperta señala la importancia de registrar leyendas, historias, vivencias y cantos que tradicionalmente se difundieron de generación en generación y que ahora necesitan ser rescatados para luego retransmitirse. “Lo que ocurre es que estamos como perdidos en esta gran ciudad –relata– y tal vez la experiencia sea una oportunidad para reencontrarnos, para recuperar parte de nuestra cultura y la dignidad de nuestros jóvenes”. También en la etapa inicial se capacitó a los jóvenes en técnicas fílmicas y fotográficas a medida de que iban apareciendo los temas de mayor interés que surgieron a través de los relatos y las historias de vidas de aquellos miembros de la comunidad que habían migrado. En ese camino los chicos se interesaron por las antiguas costumbres, la forma de relacionarse con la naturaleza, las danzas, los recursos para curar enfermedades a través del uso de hierbas como el walaganic (palo azul) o el torolokik (sombra del toro). Además, los chicos rescataron una serie de cuentos y fábulas originales como la leyenda de tonolec (pájaro sagrado); o del zacaq, “un personaje muy pícaro y envidioso, el zorro, que por querer imitar el águila y volar como ella terminó muy mal cuando una tormenta le mojó las plumas”. Cada sábado, quienes participan en la construcción de la biblioteca digital se reúnen en la cooperativa del barrio Rouillón, lugar que se convirtió en un espacio obligado de encuentro. Entre los integrantes está el hijo de Ruperta, José Alonso, uno de los diez jóvenes del grupo, que tiene 19 años y en 2005 se convirtió en precursor de la idea de la biblioteca. “Con los chicos de nuestra edad nos dimos cuenta de que estábamos muy desinformados sobre nuestra cultura, y la mejor forma de conocerla era consultando a nuestros ancianos, para que nos contaran sus historias”, dijo el muchacho, quien con su cámara recorre las calles del barrio toba para capturar las imágenes que luego se incorporarán al libro digital. “Lo cierto es que las marcas identitarias, aún en los jóvenes que nacieron en la ciudad, son muy fuertes, siempre afloran. Por más que parezcan invisibles su cultura está presente en forma permanente. Y se observa en la sensibilidad con que algunos de los chicos se expresan, tanto al dibujar como a la hora de sacar fotos, momentos en que siempre se inclinan por la naturaleza, las características del barrio y la dimensión del espacio”, concluyó Valdata.




Por Mariela Mullhal - foto: Héctor Rio


Publicado en EL CIUDADANO


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LUNES, 14 DE SEPTIEMBRE DE 2009


Biblioteca Popular Étnica Qomlaqtaq. Cooperativa Na’añaGak (Santa Fe)


Este proyecto, realizado por un grupo de trabajo coordinado por la licenciada en Antropología Marcela Valdata, en donde colaboran jóvenes de la comunidad Qom (ubicada en el Barrio Roullion, Rosario, Provincia de Santa Fe) y la Universidad Nacional de Rosario, pretende desarrollar una biblioteca popular en lengua Qom, que contemple diferentes modos de representar la colección: como biblioteca parlante, virtual, impresa y lúdico investigativa, incluyendo capacitación a indígenas para poder recopilar, seleccionar, documentar y preservar información de la propia comunidad.
El proyecto se encuentra actualmente en fase inicial, se trata de una cooperativa (denominada Trabajo Aborigen Na’añaGak) donde se reúnen miembros competentes en lengua Qom, y que conservan conocimientos de la cultura transmitidos en forma oral (especialmente medicina indígena, ecología, recetas de cocina, relatos de mitos, leyendas y cuentos populares).Por tal motivo una de las primeras actividades realizadas fueron entrevistas con los ancianos, que llegaron a grabarse registrando las formas de vida en el Chaco, los viajes realizados, las vivencias y costumbres, el modo de alimentarse, las hierbas medicinales y las principales leyendas, cuentos y creencias. El objetivo es construir un archivo oral.
Una vez desgrabadas, las entrevistas pasarán a formar parte del proyecto de libro digital que incluirá cuentos dibujados y animados por los propios jóvenes de la comunidad. Asimismo, el centro comunitario cuenta con una computadora, escáner e impresora utilizados en las actividades de capacitación sobre procesamiento de la información, organización de la biblioteca y una propuesta lúdica didáctica pedagógica (inédita en el país) que cuenta con la colaboración de jóvenes dibujantes Qom.

Libro digital de cuentos Qom
Se trata de la elaboración de cuentos creados por los jóvenes en base a lo que escucharon de los ancianos, en este caso la primer producción lleva por título “El zorro y el tigre salen de caza”. Este cuento, inventado por dos jóvenes Qom, es ilustrado en papel en forma secuencial, luego leagregan el color y posteriormente digitalizan las imágenes y las editan añadiendo el texto en forma bilingüe (Qom-castellano) al igual que el audio (dramatizado según los personajes), por lo tanto el cuento se puede leer y escuchar en ambas lenguas. Asimismo, algunas partes del cuento permiten, a través de un link, generar efectos sonoros, otorgándole al lector la posibilidad de interactuar con el texto, o por el contrario continuar en forma lineal la secuencia del relato.
Otra posibilidad que genera el texto es ampliar el significado de un término del cual es difícil la traducción literal, lo que lleva a enriquecer el contenido del cuento por la información que incluye cada aspecto de la cultura.
El taller es brindado por docentes en ilustración (Lic. Maximiliano Toni) e informática (Prof. Roberto García). Esta valiosa experiencia, inédita en Argentina, se encuentra en proceso de producción, se trataría de un libro digital que rescata aspectos de la cultura Qom, y para lo cual contaron con la valiosa ayuda de los integrantes del proyecto Qomlaqtaq: Don Arsenio Borgez (maestro bilingüe), los jóvenes dibujantes Cintia, Moisés, Trinidad, Eliana y Rubén.
El equipo de trabajo interdisciplinario (con responsabilidad en áreas de lengua, religión, derechos de la mujer y derechos reproductivos, didáctica y pedagogía, arte, dibujo e historieta), tiene a su cargo la enorme tarea de recuperar aspectos de la cultura. Entre ellos merece destacarse el trabajo de Roberta Catori y Ruperta Pérez, quienes también conforman un dúo musical denominado Nawogo que rescata el canto y la danza de los ancestros.
Es para destacar el estilo narrativo de los jóvenes Qom, ya que utilizan una técnica “circular” en el relato (en algún punto se asemeja al modo de escritura que utilizan los periodistas), esto es reiterando frases o términos que tienen el objetivo de fortalecer el sentido del texto, lo cual refleja con veracidad la manera de relatar de los abuelos.

http://qomllalaqpi1.blogspot.com.ar/2009/09/biblioteca-popular-etnica-qomlaqtaq_14.html



26 de julio de 2011


ROSARIO: UNA BIBLIOTECA EN LENGUA QOM.


Una Biblioteca en lengua qom

“Le ganamos al vacío”


Tiempo atrás, enREDando daba cuenta en sus buenas prácticas del proyecto de la Biblioteca Popular Étnica. Con mucho entusiasmo y voluntad, este espacio enclavado en el corazón de la comunidad qom de Rouillón y Maradona, siguió creciendo. Regresamos hace unos meses y nos encontramos, en la Biblioteca, con un anaquel digital de libros parlantes. En esta nota, te contamos en qué anda la Biblioteca Popular Étnica.


Los chicos trabajando con la compu


Al llegar al barrio, se siente el sabroso aroma de la feria de verduras que invade el aire de una de las zonas más marginadas de la geografía rosarina. En esta comunidad qom, ubicada en Rouillón y Maradona, hay una casita, muy pequeña, que se levanta a metros de la calle por donde transitan los ómnibus que van y vienen hacia el centro de la ciudad. Aquí funciona la Biblioteca Étnica Parlante, única en Rosario.
Con simpleza, y de manera compleja, el objetivo de la biblioteca es rescatar y revalorizar la lengua ancestral, el idioma Qomlatac. Surgió por iniciativa de un grupo de mujeres, referentes del pueblo qom, ante la necesidad de encontrar respuestas frente a la pregunta que sus hijos se hacían en la escuela bilingüe. “¿ Cómo puede ser que en el universo cultural del blanco esté lleno de materiales, libros, enciclopedias y nosotros no tengamos nada de nuestra historia?”
Así, estas fuertes mujeres convocaron e invitaron a los jóvenes a escuchar, registrar en grabaciones, traducir y hasta ilustrar las leyendas, historias, mitos, cuentos, saberes cotidianos, técnicas y toda la vida del monte chaqueño que los sabios ancianos de la comunidad transmiten y atesoran en sus miradas, sus cuerpos y su memoria. Alejandro tiene 20 años. Para él, aprender la lengua originaria, en su caso la lengua paterna, es “muy importante”. Reconoce, al igual que Rubén, de 21 años, que “el idioma qomlatactac se está perdiendo entre los más jóvenes”.
La lengua originaria tiene una fuerte tradición oral. Sin embargo, para los niños y adolescentes qom que viven, crecen y nacen en Rosario, la lengua se diluye ante la prepotencia del idioma del “blanco”. “Me parece muy bien que los chicos no pierdan la costumbre de su lengua, porque eso viene de generaciones. Yo siempre quise hablar pero nunca tuve la oportunidad”, dice Ale.
Roberta es una de las referentes de la comunidad y, al mismo tiempo, una de las impulsoras de la biblioteca. “Nosotros ya estamos grandes y queremos que haya algo escrito”, dice, con una sonrisa que se le dibuja en el rostro al ver que un grupo de jóvenes de su comunidad se interesan, aprenden y además, enseñan la lengua qom a sus compañeros. “Para nosotros es una gran cosa, ellos aprendieron mucho y ya capacitan a otros chicos que se van incorporando. Es una forma de recuperar la identidad. Los que vienen del norte hablan algo, pero los que ya nacieron acá en la ciudad no lo hacen, a veces les dá vergüenza”.
Roberta va y viene. Anda por todos lados. Por un momento, se detiene y dice: “Quizás alguna vez, desde los hogares no se machaca en el aprendizaje. Mi hija está en la universidad y me dice, mami, en la universidad no hay lengua qomlactac. “Nosotros tenemos mucho aprendizaje, mucha historia. Para mi es un orgullo la lengua étnica”.
Roberto es licenciado en letras, militante social e integrante de la Cooperativa Mercado Solidario de Rosario. Trabaja codo a codo junto con la antropóloga Marcela Valdatta en la realización de los talleres y en toda la capacitación del soporte digital de la biblioteca. “Mi trabajo es darle un soporte informático a la biblioteca parlante. No está soportada sobre un anaquel, sino en registros que pueden ser grabaciones, y esto se traduce en registros informáticos, que tienen un formato de sonido, un formato de imagen y texto.”
De esta manera, se vincula el universo oral ancestral con la lengua escrita de la cultura occidental y la biblioteca se materializa en Cds, blogs y web. La idea es “que exista una reserva de patrimonio oral que se pueda recopilar en el barrio, y que, por otro lado, la biblioteca pueda llegar a toda la sociedad, es decir que algunos de esos registros se pueden transformar en libros sonoros e ilustrados”, explica Roberto.
“Hay un libro que es la historia del zorro que es un personaje típico del universo cultural del Gran Chaco, en una pelea histórica contra el tigre, y va a aparecer un tercer personaje que es el tatu, que es el que resuelve el conflicto. Ese relato pasó de ser una reserva oral a ser un libro ilustrado, mantiene la oralidad y a su vez, también está escrito en ambos idiomas. Y en ese caso, la idea es que esos libros sigan su derrotero, que lleguen, en principio, a todas las escuelas de la comunidad qom. Porque, como decía Roberta, los chicos venían a preguntarle a su madre sus historias y la pregunta era ¿cómo puede ser que nosotros no tengamos nada? Esa pregunta generó una necesidad, la de construir una reserva propia.”

¿Cómo se trabaja? 
La construcción de la Biblioteca Parlante se hace a partir de talleres con los pibes de la comunidad. “Acá no hay nada planificado”, dice Roberto. El trabajo se hace a partir del deseo, “a partir del reservorio oral de todo lo que se pueda, los usos de los alimentos, la vida cotidiana en el monte, la técnica. Y aparte, la traducción de esas historias al formato multimedia. Los talleres van tomando la forma para cumplir estos objetivos. Los días jueves los chicos que vienen se ponen a ilustrar parte de las historias contadas, o salen con el grabador a hacer una entrevista con algún miembro de la comunidad. Por ejemplo, para hablar sobre el proceso de la técnica de la cerámica, o para que cuente una historia de cómo vivía de niño en algún lugar del monte.”
Los días sábados por la mañana, generalemente se trabaja en las computadoras. “Los chicos aprenden a procesar los textos, a scanearlas, a modificarlas, a pintarlas, a mejorarlas. Y utilizamos los programas de grabación para tomar el registro”. Todo el material se vuelca en un software especialmente diseñado para crear libros virtuales y compaginar imagen, audio y texto. “Esa es la parte más compleja, pero también la más interesante, porque estamos haciendo transferencia tecnológica en adolescentes que van de los 14 a los 20 años. Esto no se aprende en ningún lado. Es un software tan complicado que uno tendría que aprenderlo en un lugar especifico. La idea es que ellos mismos puedan encarar por si solos la edición electrónica de cualquier cosa que quieran hacer”.
Un fruto colectivo

La Biblioteca es un espacio de articulación de saberes, pero sobretodo, de historias cotidianas. Allí, en esa pequeña y cálida casita, los pibes de la comunidad no escapan a la dura realidad que viven todos los días en el barrio. La falta de laburo, la droga, la pobreza. Marcas que dejan huellas. A pesar de esto, hay ganas, motivaciones. “Le ganamos al vacío, a la ausencia, a la desesperación”, dice Roberto.
Esto no es fruto de un trabajo de meses, sino de años. “Logramos demostrar que el único existo posible es el de mantenerse juntos y sosteniendo esto, que ahora es el resultado colectivo. El principal logro, es ese, de que perdure. Y de hacer algo que antes no existía. De alguna manera, estamos ayudando a que el agua cultural siga circulando.”
Recopilación, entrevistas orales, traducción, investigación, procesamiento. Cada partecita de este engranaje es un fruto que se cosecha. “El principal logro es que la producción es totalmente colectiva. Si nos lleva mucho tiempo, es porque ese tiempo es un tiempo social. El libro se ha hecho por miembros de la comunidad que activaron una idea que esta resumida en la biblioteca”.
Una biblioteca singular, sin duda. Un espacio que recobra intensidad en la cultura ancestral y en los saberes orales de la comunidad qom. “Seguimos adelante”, se despide Roberto, haciendo que los frutos de una cosecha colectiva sigan desparramándose por este mundo.



Publicado el: 25/07/2011



Fuente:enRedando





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lunes, 12 de octubre de 2015



La Biblioteca Étnica Qomlaqtaq, 10 años fortaleciendo la tradición oral

Desde 2005 se lleva a cabo una valiosa experiencia en el denominado “Barrio Toba Municipal de la Ciudad de Rosario”, con la creación de la Biblioteca Étnica Qomlaqtaq, a cargo de un equipo interdisciplinario, cuya colección “parlante digital y lúdica- didáctico-pedagógica” fue concebida en lengua qom.



Es realmente significativo el trabajo colaborativo de quienes participaron, si ha prevalecido tanto tiempo es porque ha sabido representar una necesidad y un interés local por mantener vivo el conocimiento oral de una cultura. Allí están los resultados, reconocidos internacionalmente, representado en contenidos artísticos y educativos, que hablan de un nosotros, pero sobre todo de una identidad que se fortalece con el saber documentado de las tradiciones orales.



Cuando personalmente tuve ocasión de conocerlos, allá por febrero de 2008, no dejaba de ser un proyecto en el que entre todos lograban ponerle un cuerpo a las ideas, a esas mismas creaciones - que han sido replicadas en otros contextos- se le fueron sumando continuidades cuando lo común hubiera sido una ruptura. Ese testimonio, forjado por el notable trabajo de Marcela Valdata, ahora está en manos de Agustín López  y Andrés Honeri, para que la cultura siga viva entre los paisanos.



El texto que sigue a continuación ha sido redactado para El Orejiverde por Marcela Valdata, Antropóloga de la Universidad Nacional de Rosario, Agustín López (del pueblo Qom) y Andrés Honeri (del pueblo Mocoví).



El proyecto de una biblioteca indígena…

Nuestra experiencia de trabajo con la comunidad qom data desde el año 1998 tanto en Chaco como en Rosario y continúa en la actualidad. En el transitar de los años fuimos registrando diferentes intereses tanto de parte de los ancianos como de los jóvenes. Entre sus deseos surgió el generar textos en su propio idioma, algunos ancianos planteaban abordar temas históricos que dieran a conocer la “verdadera” historia y no la que cuentan los manuales,  mientras que los jóvenes tenían más expectativas en cuestiones de la cultura en general. Sobre la base de estas inquietudes, en el año 2004 presentamos un proyecto en el marco de Políticas de Extensión Universitaria, concurso ofrecido por el Ministerio de Educación de la Nación, proyecto que fue evaluado positivamente e implementado a partir del año 2005, dando comienzo a un trabajo contínuo y de constante crecimiento hasta la actualidad, con jóvenes y ancianos de la comunidad qom asentados en Barrio Toba Municipal de la ciudad de Rosario.



La línea directrís de este proyecto fueron armar una Biblioteca parlante digital y lúdica- didáctico-pedagógica en lengua qom, que permita transmitir su cultura tanto a grupos aborígenes como a otros sectores de la sociedad. Fue a partir de este proyecto donde se comenzó a construir un ámbito de producción cultural propia. Fue una experiencia inédita en nuestra región, nuestro propósito consistía en otorgar herramientas para que pudiesen sustentarse en el tiempo con una impronta autogestiva. 



Compartimos con la comunidad el interés por recuperar y producir en su lengua sus historias, sus tradiciones, sus costumbres y relatos. El material se recopiló a través de diferentes narraciones sobre procesos históricos, costumbres, mitos, leyendas, cuentos, etc. se realizó en un soporte magnético por parte de integrantes jóvenes de la comunidad. Los textos fueron producidos totalmente por la población participante, incluyendo las ilustraciones y la programación del libro digital.



En un comienzo nuestra intervención estuvo circunscripta a la capacitación y acompañamiento técnico. A partir de generar posibilidades de continuidad fuimos incorporando la gestión de nuevos subsidios y aportes tanto del Estado como de empresas privadas con responsabilidad social. Entre las herramientas que posibilitaron llevar a cabo la construcción del primer libro digital, libros que intentan recopilar y a su vez ser transmisores a futuras generaciones por medio de la tradición oral, de la cultura Qom, se apeló a un Taller de Historietas que realizó el antropólogo e ilustrador Maximiliano Toni durante la segunda mitad del año 2006 y la primera de 2007, se inscribió dentro del proyecto integral de promoción de la cultura qom. La capacitación sobre las herramientas técnicas fue otorgada por la Cooperativa Mercado Solidario, en especial por Roberto García. Presentamos diferentes talleres a lo largo de los años, tales como cine y fotografía, recolección de datos, técnicas de entrevistas, grabación y desgrabación, programación digital y DJ entre otros.


Entre los logros del proyecto se sentó las bases para que la Escuela de Bibliotecología y Archivología de la Facultad de Humanidades y Educación, de la Universidad del Zulía, República  Bolivariana de Venezuela, la tomara como modelo para generar la catalogación de las Bibliotecas en la Recuperación de la Memoria e identidad de los Pueblos Indígenas. 

Hoy, habiendo pasado diez años de este comienzo, nos sentimos orgullosos no solo por la posibilidad de romper con el paradigma de lo imposible, sino que a partir de la creación de la Biblioteca algunos jóvenes han tomado otro camino en su formación. Hoy quienes la llevan a cabo son Agustín López, estudiante a punto de graduarse como Analista de Sistemas y Andrés Honeri (comunidad Mocoit) estudiante de antropología. Continuamos en el acompañamiento desde nuestra formación, nuestra gestión y nuestro compromiso con la comunidad originaria.


Biblioteca Étnica Qom lactaq
Desde sus inicios la Biblioteca Étnica Qom lactaq ubicada en la calle Rouillón del Barrio Toba Municipal de la ciudad de Rosario Pcia. Santa Fe; se propuso rescatar y revalorizar la lengua ancestral Qom, de Tradición Oral para transmitir la cultura y saberes ancestrales.
En este camino participaron distintos integrantes de la comunidad Qom en la elaboración del primer Libro Digital. La base de este libro fue aportada por Cintia Fernández en su forma oral, y luego transcripto colectivamente. Por último Anibal Pinay realizó los dibujos originales y Alejandro Naporichi comenzó la realización del libro electrónico.

A partir del año 2013, quienes estamos al frente de la biblioteca Agustín López (del pueblo Qom) y Andrés Honeri (del pueblo Mocoví), a través del Ingenia 4 (Gabinete Joven de la Provincia de Santa Fe – Fondo para el Desarrollo de Iniciativas Juveniles), dimos continuidad a las actividades, concluyendo la edición electrónica del  mencionado libro multimedia en lengua Qom de la biblioteca: el cuento “EL ASTUTO TATÚ” (voz  de Ruperta Pérez, Qom - Castellano).
Ante la necesidad de material intercultural bilingüe, estamos trabajando desde 2014 hasta la actualidad realizando trabajos en la Escuela Primaria Bilingüe “Nueva Esperanza” N° 1333 del barrio toba, realizando y generando Material Didáctico Qom para las distintas áreas en forma conjunta con maestros y alumnos, con la ayuda de Andrés Manzano y Ana Bensi y coordinado por la Lic. en Antropología Marcela Valdata en el marco de un proyecto denominado “Material Didáctico Qom”, el cual fue producto del Presupuesto Participativo de la Municipalidad de Rosario, votado por vecinos de la ciudad. 

Por otra parte, como continuidad de la primera propuesta lúdico-didáctico-pedagógica y apostando al desarrollo de la producción cultural en el mes de Mayo presentamos el primer set juego de la línea "Construcción de juegos Qom”, el cual se encuentra en elaboración y construcción, próximo a la venta y publicación. En este proyecto participa Paola Iglesias junto con la Biblioteca.
El presente juego consta de una adaptación infantil de la versión digital del cuento "El Astuto Tatú", fruto de los relatos transmitidos y atesorados en la memoria de los sabios ancianos.
Estamos muy comprometidos haciendo trabajos para la comunidad ya que, nos proponemos seguir avanzando, con el rescate de cuentos, y tradiciones propias de nuestra cultura, por medio de la construcción de archivos sonoros, visuales, etc. para la elaboración de libros digitales y para un futuro generar otros tipos de materiales para las comunidades.

En este día tan especial, vaya un merecido reconocimiento a quienes han logrado instalar entre los paisanos el enorme valor de una biblioteca indígena.



Nota: En la primer fotografía, gentilmente cedida por Marcela Valdata, Andrés Honeri es el que está a la izquierda, luego Ruperta Pérez y a la derecha Agustín López, actuales responsables de la Biblioteca Qomlaqtaq.




















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